Voy a ser honesta: la primera vez que usé IA para escribir, sentí que estaba recibiendo un email corporativo de un banco.
Estimado cliente,
Nos complace informarle que hemos procesado su solicitud con éxito.
Bla, bla, bla.
No sonaba a mí. No sonaba a Ekho. Sonaba a una mezcla entre un chatbot y un manual de instrucciones de lavadora. Y lo peor es que cada vez que intentaba afinar los resultados, acababa escribiendo el texto desde cero.
O sea, que en vez de ahorrar tiempo, estaba trabajando el doble.
Esto, por supuesto, no era la experiencia fluida y futurista que nos venden. Era un trabajo extra, con un ayudante que no entendía las indirectas.
Así que decidí ponerme seria y entrenarla.
Spoiler: funcionó (al principio).
Ahora, cuando genero contenido con IA, suena a mí. No tengo que hacer cirugía mayor en los textos, y me ahorro una cantidad de tiempo considerable.
Y sí, tú también puedes hacer que la IA hable como tú. Pero hay que entrenarla bien.
Por eso, en la parte premium de este email (desde ayer comenzó la suscripción de pago de esta comunidad de Ekho), te voy a dar el paso a paso que usé para que la IA dejara de sonar como una repelente y empezara a sonar como Ekho.
Puedes ver todo lo que te estás perdiendo aquí:
Pero primero, hablemos de por qué esto es importante.
No dejes que la IA mate tu marca
Tu marca no es solo un logo bonito y colores bien combinados. Es cómo hablas, qué palabras usas, cuál es tu ritmo, tu humor, tu forma de conectar con la gente.
Si la IA genera textos genéricos, secos o demasiado neutros, estás perdiendo una parte esencial de lo que hace que tu comunicación sea efectiva: tu tono de voz.
Imagínate esto: tienes un restaurante de hamburguesas artesanales con nombres divertidos para cada plato.
Tú llamas a tu burger especial "La Gorda Feliz".
La IA, sin entrenamiento, la llamaría "Hamburguesa con ingredientes seleccionados de alta calidad".
Vaya forma de arruinar la magia, ¿no?
Esto pasa en todas las marcas. Cuando tu voz se pierde, también se pierde la conexión con tu audiencia. Y eso, a largo plazo, significa menos clientes, menos confianza y menos impacto.
Por eso, entrenar a la IA para que hable como tú no es un capricho. Es una estrategia de marca.
Lo que NO funciona (porque ya lo probé y sufrí en el intento)
Antes de encontrar el sistema correcto, hice varias cosas que NO te recomiendo:
Escribir prompts larguísimos con mil indicaciones.
El resultado: la IA seguía sin pillarlo bien y yo perdía demasiado tiempo ajustando cada petición.
Intentar corregir cada texto manualmente.
El resultado: trabajaba el doble, porque terminaba reescribiendo todo.
Usar IA sin guiarla con ejemplos propios.
El resultado: textos insípidos y sin personalidad.
En resumen: si quieres que la IA escriba como tú, no puedes esperar que te lea la mente. Hay que enseñarle.
Y así, es cómo se hace.
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